Contemplación

Yo, Señor soy como nada cuando me pongo ante ti; pero me siento segura al amparo de tu bondad.

El hombre esclavizado solo tiene ojos para aquello que satisface su pasión, dejándolo siempre abocado al abismo de los más crueles desengaños.

Y el insensato, aquel que solo confía en los resultados del análisis y en las conquistas de la tecnica, no conserva espacio libre en su corazón para que Tú le cantes la suprema verdad de lo que permanece inasequible a la tensión y al esfuerzo programados.

Parece que sus obras llegan lejos y que sus vidas escalan pedestales de honor imperecedero; pero son como hierba que jamás se hace fruto y que nadie se acuerda de bendecir su nombre.Por muchos esfuerzos que hagan sus secuaces para mantener viva su memoria, manejando programas de televisión y falseando páginas de la historia ,nadie los recordará como benefactores! ya que solo permanece la obra que desconoce el orgullo y anuncia tu poder que todo lo sustenta.

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