Este octubre próximo, tengo el honor y la gratitud de celebrar dos años desde que comencé a colaborar con el Padre Santiago Martín FM como catequista misionera de las Escuelas de Agradecimiento Online. Para mí, pertenecer a los Franciscanos de María ha sido un regalo de Dios, una oportunidad invaluable para servir y crecer en mi fe a través de este maravilloso vehículo de enseñanza y espiritualidad que ya llega a más de 60 países.
Las Escuelas de Agradecimiento no solo nos unen en una comunidad global de fe, sino que también nos enseñan valiosos principios que fortalecen nuestro camino espiritual:
1. **Mostrar nuestra gratitud a Dios:** A través de buenas obras, ayudando a quienes lo necesitan y siendo generosos con nuestro tiempo y recursos, reflejamos nuestra fe en acción. La gratitud se transforma en servicio, en un acto de amor hacia los demás y hacia Dios.
2. **Confiar en Dios en medio de las dificultades:** En momentos de dificultad, poner en práctica acciones que prevengan o resuelvan problemas dentro del marco legal fortalece nuestra confianza y esperanza en Su guía. La fe activa nos ayuda a ver más allá de los obstáculos y a confiar en el proceso divino, sabiendo que Dios trabaja en nosotros y a través de nosotros.
Estos principios enfatizan la importancia de vivir la fe de manera activa, generosa y confiada. Cuando practicamos la gratitud, la generosidad y la confianza en momentos difíciles, Dios se manifiesta en nuestras acciones, llenándonos de paz interior y reflejando su amor en nuestro entorno.
**Manifestaciones del amor y presencia de Dios:**
Al poner en práctica estas virtudes, experimentamos su presencia en nuestras vidas: paz, alegría y un sentido profundo de propósito. La coherencia entre nuestras acciones y nuestra fe es un testimonio vivo de la obra de Dios en nosotros, mostrando su amor y poder transformador.
**Vida transformada y bendecida:**
Nuestras acciones sinceras, hechas desde el corazón, abren la puerta a las bendiciones divinas, fortaleciendo nuestra fe y confirmando que estamos en el camino correcto, alineados con la voluntad de Dios.
**Un ejemplo para la comunidad:**
Nuestro compromiso y fe pueden inspirar a otros a vivir con gratitud, confianza y generosidad, haciendo visible la presencia de Dios en nuestro día a día. En definitiva, cuando nuestras vidas reflejan su amor y enseñanzas, somos testimonios vivos de su obra y presencia en el mundo.
Gracias a esta experiencia, puedo afirmar que servir en las Escuelas de Agradecimiento Online ha sido un camino de crecimiento espiritual, una muestra concreta de la fidelidad y amor de Dios en nuestras vidas. Al compartir estas enseñanzas y vivirlas con autenticidad, no solo fortalecemos nuestra relación con Él, sino que también inspiramos a otros a abrir sus corazones y experimentar Su gracia.
Recordemos que cada acto de gratitud, cada acto de confianza y cada guía hacia la generosidad es una oportunidad para reflejar el amor divino y traer luz a nuestro entorno. La presencia de Dios se hace más palpable cuando actuamos con fe y humildad, sabiendo que Él trabaja en nosotros y a través de nosotros en cada momento.
Sigamos adelante con intensidad y esperanza, confiando en que nuestras acciones, nacidas de un corazón agradecido, contribuyen a construir un mundo más lleno de paz, amor y compasión. La verdadera transformación comienza en nuestro interior y se manifiesta en cada interacción cotidiana, demostrando que Dios vive en nosotros y nos guía en cada paso del camino.