Ser leal es una de las cualidades del ser humano más respetables y virtuosas.
“Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos”..decía Shakespeare
Lo contrario de la lealtad es la traición, es decir, faltar a la palabra que le has hecho a una persona y no cumplir con el deber prometido. Alguien que comete una traición es alguien que falta a sus propios principios y es por eso que la lealtad cobra fuerza en la sociedad de hoy, donde cada vez hay más falta de compromiso y estos fuertes valores se van perdiendo.
Lo que te hace diferente a los demás no se ve a simple vista, tan solo se ve con los ojos del corazón.
Aquellos que son capaces de entrar en nuestro interior tienen el privilegio de conocernos a plena luz del día ya que nosotros les abrimos las puertas de nuestra alma para que pasen y se sienten cómodamente y así poder conocer cada recodo de nuestro ser.
Esto no siempre es fácil, hay muchos factores que intervienen para que nos abramos con libertad y confianza a los otros… pero el factor más importante es la CONFIANZA que tenemos en esas personas, la posibilidad que les ofrecemos de conocernos «a todo color», sin vergüenza, sin tapujos y tal cual somos.
¡Qué importante y que grande es cuando a los demás podemos mostrarles nuestro color externo e interno!
Dios nos sondea y nos conoce cuando son sentamos, cuando nos levantamos o nos derrumbamos… de lejos conoce nuestro pensamiento, distingue nuestro camino y nuestro descanso.
Un abrazo leal de esos que se dan a las personas que son leales .