Para tener presente

El equilibrio de una vida apostólica radica en la oración . Hay que mantener nuestra vida bajo el impulso divino .. Dios comienza, Dios acompaña, Dios termina nuestra obra . Debemos ser sumisos a la voluntad u a los ritmos divinos u eso solo lo conseguimos si no nos dejamos arrastrar por la acción y volvemos a revisar y corregir nuestros planes a la luz del Espíritu mediante la oración. Es en la oración donde nos encontramos con Dios y Dios nos encuentra . Cristo conocía el plan de Dios para la Salvación y no obstante eso de retiraba a solas para orar no se dejó arrastrar por la acción de su ministerio. Después de la acción hay que volver a la oración a nutrirnos de la savia divina a sintonizar con las ondas del Padre y desplegar las velas, según el soplo del Espíritu. ¿Cómo equilibras tu vida? No no es hora de desesperar . Dios se sirve hasta de sus enemigos para establecer su reino . Para el cristiano ✝️, la situación no es jamás desesperada por la luz que recibimos de lo alto. Siempre valiente!!

No porque falten las dificultades , sino porque en medio de ellas sabe siempre escaparse hacia Dios . Su sonrisa y optimismo vienen del 🌌 cielo.

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