Autor : Santiago Iglesias SJ
Tú eres la fuente del deseo y el agua que lo sacia ; el fuego que lo enciende y la llama que no quema mi zarza, la brass de mis huesos, que no calla.
Invádeme Señor. Me rindo a tus deseos .Ya son míos . Soy otro . Tú mismo, no un extraño , pero ardiente y feliz , divinizado.