Personajes del Adviento

Isaias

VISTA PANORAMICA 

Con toda razón Isaías es llamado el “príncipe de los profetas.” La visión que tuvo del Señor como alto y sublime (6:1) y la consecuente opinión de sí mismo como un hombre de labios inmundos (6:5), y su percepción del lugar que la nación tenía en los asuntos del mundo, prepararon a Isaías para el papel al que Dios lo había llamado. No sólo era un gran profeta; también era un importante consejero político entre los hombres de estado y había hecho llamados a reformas sociales y avivamiento espiritual. El libro de Isaías puede dividirse en tres secciones. Los capítulos 1 al 35 contienen anuncios del juicio de Dios sobre el pueblo. Los capítulos 36 al 39 contienen un intervalo histórico, con frecuencia llamado “El libro de Ezequías.” Los capítulos 40 al 66 ofrecen un mensaje de consuelo para el pueblo de Dios.

Las profecías de Isaías presentan el cuadro de mayor diversidad del Mesías de todo el Antiguo Testamento. Contienen mucha información acerca de su primera y segunda venida. De importancia especial es la presentación que Isaías hace del Siervo Sufriente, que alcanza su punto culminante en Isaías 52:13 a 53:12 y es el relato más detallado de los sufrimientos de Cristo encontrado en el Antiguo Testamento. Este es citado o aludido 85 veces en el Nuevo Testamento.

Isaías, cuyo nombre significa “salvación del Señor,” nació cerca del año 760 a.C. dentro de una familia aristocrática del reino de Judá. En ese año, Amós ya estaba predicando contra el pecado de Israel; Oseas predicó durante la niñez de Isaías. El ministerio de Isaías probablemente comenzó durante los últimos días del rey Uzías. Tanto Uzías en Judá como Jeroboam II en Israel, gobernaron sin mayores dificultades sobre sus propios países, debido en parte a que ningún país poderoso los molestó.

En el 740 a.C., el año en que Uzías murió, Isaías recibió una dramática visión donde Dios le revelaba lo glorioso de su santidad y él veía su propia falta de la misma, y la de su nación (6:1–7). Sólo unos cuantos años después de este período de prosperidad, Asiria comenzó a inquietarse por falta de actividad militar, e insistió en cobrar tributos de todas las naciones pequeñas en el área, especialmente Siria e Israel. El rey de Siria, Rezín y el rey de Israel, Peka, decidieron resistirse y trataron de forzar al rey de Judá, Acaz, a unirse a su rebelión. Acaz rehusó sus propuestas y apeló a Asiria por ayuda a pesar de que Isaías le había dicho que confiara en Dios para protección, y no en Asiria.

El rey de Asiria, Senaquerib, invadió a Judá y conquistó todas las ciudades menos Jerusalén, pero la sitió. Isaías se encontró con Ezequías en el acueducto y lo desafió a que tuviera fe en el Señor. Como resultado de esa fe, Jerusalén fue salvada. Isaías ministró a un pueblo muy enviciado y socialmente corrupto. El vivió en un tiempo cuando falsos profetas le ofrecían al pueblo falsa seguridad. Isaías continuó profetizando por más de 40 años; parte de su ministerio se intercaló con el de Miqueas.

El tema del libro de Isaías es la salvación (la palabra aparece 26 veces). La maravillosa promesa de la venida del Redentor se repite en 7:14 y 9:6, 7. El propósito del libro es el de llevar a la gente pecadora al Mesías, cuya muerte compró la salvación para todo el que venga a El (53:4–6; 55:1–2).

Fuente: Biblia de Estudio LBLA

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