La forma en que respondemos a la vida es un testimonio de nuestra humanidad e individualidad.
Nuestra visión del universo está determinada en gran medida por nuestras experiencias. Es cuando la espontaneidad de la existencia nos toma por sorpresa cuando es más probable que respondamos con autenticidad, incluso cuando nuestros sentimientos no se corresponden con los de los demás. Los eventos que despiertan emociones fuertes en nosotros o que son de naturaleza sorprendente pueden ser inquietantes, ya que a menudo es después de ellos que descubrimos cuán profundamente nos han moldeado nuestras historias. Las reacciones que difieren de las de nuestros compañeros pueden ser perturbadoras porque nos obligan a confrontar la singularidad de nuestras vidas. Cuando esto sucede, podemos sentirnos impulsados a descartar nuestros sentimientos como irracionales o incorrectos. Pero las reacciones en sí mismas no son ni buenas ni malas. Las fuerzas que esculpieron nuestro desarrollo no son las mismas fuerzas que moldearon el desarrollo de nuestros familiares, amigos, colegas o vecinos. No hay razón para creer que la reacción de una persona ante un evento en particular es de alguna manera más válida que la de otra. La forma en que respondemos a los cambios constantes que tienen lugar en el mundo que nos rodea es un producto de nuestra historia, un testimonio de nuestra individualidad y una parte del proceso de curación que nos permite abordar nuestro pasado en un contexto que podemos captar en el presente. . Los eventos cruciales de la vida pueden brindarle una forma de definirse a sí mismo como un ser único e incomparable, pero debe dejar de lado los juicios que, de otro modo, podrían impedirle comprender su forma distinta de interpretar el mundo. Trate de reconocer sus sentimientos sin categorizarlos ni evaluarlos. Cuando se sienta inseguro de la legitimidad de sus reacciones, recuerde que las diferencias culturales, sociológicas, espirituales y familiares pueden hacer que dos personas interpreten un solo evento de maneras muy diferentes. Examinar sus respuestas puede mostrarle que su complejidad emocional es algo que debe valorarse, porque lo ha convertido en lo que es hoy.
