El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.

—1 Corintios 13:4

Es muy posible que hayas escuchado este versículo con anterioridad, pues es usado especialmente en bodas. Esta carta instruye a los miembros de la iglesia a vivir de una nueva manera. Pero, ¿qué pasa cuando estamos en desacuerdo con otros y no tenemos paciencia con los demás? Es por eso por lo que San Pablo habla de un amor transformador. Un amor que existe en nuestro compañerismo. Puedo compartir varias ocasiones en las que estuve en desacuerdo con alguien más y cuando yo seguramente perdí la paciencia. Al practicar la paciencia con los demás, también lo hacemos con nosotros mismos. Aprendemos a juzgar menos, aprendemos a considerar las situaciones y experiencias de otras personas. Una manera de practicar nuestra paciencia es escuchando con el alma. Aprendemos a escuchar para entender y no para necesariamente responder. ¿Qué pasaría si practicaras la paciencia con los demás?

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