𝓐 𝓹𝓻𝓸𝓹ó𝓼𝓲𝓽𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓔𝓿𝓪𝓷𝓰𝓮𝓵𝓲𝓸
𝙏𝙚𝙭𝙩𝙤: 𝙼𝚊𝚝𝚎𝚘 18:15–20
No se habla del perdón si no de la corrección fraterna que ya se llevaba a cabo en la primera comunidad.
Incluso era una práctica que ya se daba en la sinagoga.
Da por supuesto que no está hablando de una comunidad de perfectos sino de seres humanos que de hecho falla.
Es la primera vez que se habla de hermanos lo importante es superar los conflictos.
No debemos entender el pecado desde el concepto que hoy tenemos, sencillamente porque no existía ese concepto. Se trata del fallo que afectaba a la comunidad, no de un fallo personal o interno.
El proceso que aconseja estaba encaminado a evitar en lo posible la publicidad que podía redundar en perjuicio del interesado. Es un prodigio de fina sensibilidad.
Nos advierte que la corrección no es una tarea fácil, porque corremos el peligro de utilizarla, no para hacer bien al otro, sino para humillarlo y desacreditarlo.
La instancia última es la comunidad, porque es la que tiene que preocuparse del bien de todos los miembros.
𝓖𝓲𝓸𝓿𝓪𝓷𝓷𝓪
