Discernir la oración

Cuando oramos es importante examinar el tiempo de nuestra oración. Podemos hablar de la oración porque Dios nos ha hablado de ella, quiere entrar en relación con nosotros; porque quiere salir a nuestro encuentro. Porque quiere hacer morada en nuestro corazón (cf. Jn 14.23)

Discernir la oración

  1. Qué hice, dónde, con qué textos, con qué método de oración. Tiempo, postura…
  2. Qué he sentido. Consolación espiritual, desolación , agitaciones, tentaciones, resistencias. Anoto los sentimientos de todo tipo, ¨humanos¨ o ¨divinos¨. De dónde provienen: de mi naturaleza; del buen espíritu, o del mal espíritu y me separan de Dios.
  3. Qué he visto en este rato de oración ;qué he entendido ,qué he comprendido mejor. Qué verdades se me imponen (o bien: qué dudas aparecen y toman importancia.)qué claridades se me ofrecen.
  4. A qué me mueve el buen espíritu , (y a qué me mueve el mal espíritu , o el mío propio). Hacia dónde me guía. Qué me sugiere. Qué puedo hacer.
  5. ¿Qué debo hacer en adelante , en mi oración ? ¿Debo cambiar algo para mi siguiente ejercicio de oración ? ¿Debo repetir algo que me ayuda?
Nota: Lo ideal es hacer este examen de la oración inmediatamente después de cada rato dedicado a la oración, escribiendo el examen en el cuaderno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.