Padre bueno
que la Palabra que escuchamos
eche raíces hondas en nuestra vida.
Ayúdanos
a construir cimientos fuertes
para nuestra fe.
Que edifiquemos toda nuestra vida
sobre la roca firme de tu Palabra.
Que penetre nuestro corazón
y nos empape de tus sentimientos
y de tus propuestas.
Que ilumine nuestras acciones
y oriente
las decisiones que tomemos.
Enséñanos a rumiar tu Palabra,
guardándola en el corazón,
como lo hacía la Virgen,
para llenarnos de vos
y vivir conforme a tus enseñanzas.
Danos la valentía necesaria
para llevarla
al mundo en que vivimos,
y allí ser testigos fieles
de tu voluntad de Vida nueva
para todos los hombres.
Que tu Palabra se encarne
en todas nuestras actividades,
que impregne nuestros trabajos
y que sea el horizonte
de todas nuestras metas.