Urge una agenda valórica

Ver lo que está delante de nuestros ojos requiere un esfuerzo constante

Orwell

Tras una ponencia virtual con Agustín Laje durante la tarde de ayer titulada “El Poder Político en Manos de la Ideología de Género “, decidí escribir este artículo .

La democracia relativista es un sistema en transición hacia el totalitarismo, o si se prefiere es la nueva cara del totalitarismo del siglo XXI. Hoy vemos como el dinero y la política sirven de apoyo para introducir e imponer una ideología que no tiene evidencia científica .

Esta ideología tiene una misma matriz o directriz , solo que en algunos países comienza con :el aborto, leyes feminismo radical, educación sexual integral, derechos sexuales reproductivos entre otros.

En nuestro país se reciben fondos millonarios para promover e implementar la ideología de género. Profamilia es una de las instituciones que se beneficia de esos fondos.

Hoy me cuestiono por la persona y los derechos humanos que le son inherentes. Cuál es el concepto y significado de persona humana que queremos promover para el bien del país ?

A pesar de las dificultades, es preciso ensayar una explicación. Intuyo que la cuestión política nace en la decadencia moral de la casta política entronizada en nuestros países . Las cúpulas partidocráticas son maquiavélicas en el sentido de que para ellas el fin justifica los medios; prebendarias; generosas para prometer y avaras para cumplir; no les interesa el bien común , sino solo el bien particular de su grupo.

A la postre, su dogma es el relativismo absoluto todo vale y sólo vale en tanto y en cuanto les permita conquistar o mantener el poder.

Rechazan hasta la idea de la naturaleza humana, considerando al “pueblo” como una masa informe carente de significado; percibiéndose a sí mismos como los únicos que pueden otorgarle algún sentido a ese “pueblo

Hasta donde llega esto

Siempre he entendido que el respeto a la dignidad de la persona humana es una obligación para cada hombre y, de manera particular , para el Estado en el cumplimiento de sus funciones  a favor de la familia  y del bien común de toda la sociedad como lo garantiza la Constitución.

El aborto es un negocio

Toda ley  que atenta contra el derecho fundamental  a la vida es injusta, privada de auténtica validez jurídica y, como tal permite una legítima objeción de conciencia.

El respeto del derecho a la vida del niño que está por nacer es un acto de justicia de frente a un ser absolutamente indefenso. Y, como tal , fundamento de todos los demás derechos humanos.

Ciertamente las situaciones que refieren las causales son muy dramáticas y dolorosas tanto para la madre como para las personas cercanas a ella y no se suele estar preparado para vivirlas.

El sentimiento de dolor que experimenta una madre y su familia al saber que el propio fruto de la concepción que espera con tantas ansias viene con una malformación  grave o que el ser humano que se gesta en su seno es el fruto de una violación; es un sentimiento que hay que comprender y debe constituir una gran preocupación para la familia y para los servicios de salud. Situaciones como estas , son fuentes de angustia , incertidumbre y dolor que a nadie pueden dejar indiferente.

Ante estas situaciones , viene la pregunta de cómo responder de la mejor manera para ser respetuosos con la vida, tanto de la madre como la de su hijo, logrando que la respuesta del marco jurídico , de los servicios de salud y de la sociedad entera refleje un hondo respeto al derecho a la vida que tiene cada ser humano. Al mismo tiempo nos eduque a todos en valores fundamentales que están en juego, como son el respeto a la vida, el cuidado del más débil , así como la solidaridad, la compasión y la justicia. La respuesta que demos como sociedad y país marcarán la vida de la madre y del hijo , como asimismo el alma nacional y la cultura que vamos construyendo.

Digamos alto y claro que la convivencia no puede ser imposición ideológica desde la más tierna infancia, la convivencia es enseñar el respeto al diferente, pero no educar para ser corruptores de menores en potencia.

Se han levantado hasta voces de supuesto prestigio teológico para mezclar la ideología de género exclusivamente con el feminismo, cuando lo cierto es que eso es distorsionar la verdad. El apoyo a la Agenda de Género viene de grupos activistas, todos interrelacionados de alguna forma o con intereses comunes,pero de alguna forma distinguibles:1) controladores de la población ;2) libertarios sexuales; 3) activistas de los derechos de homosexuales; 4) los que apoyan el multiculturalismo o promueven lo políticamente correcto; 5) ambientalistas extremistas; 6) progresistas neo-marxistas; 7) posmodernistas o desconstruccionistas. La Agenda de Género también tiene el apoyo de liberales influyentes en los gobiernos y de ciertas corporaciones multinacionales.

La realidad se vive no en los papeles y los libros sino en el día a día con los jóvenes y las personas que tienen orientación sexual diferente. La realidad se empeña en ser cruel con el débil y es nuestra obligación como cristianos defender su causa, pero sin retorcer la verdad. Que emana y fluye del amor entre seres de diferente sexo, que es la más hermosa de las causas que defiende Amoris Laetitia, en la voz del Papa Francisco.

Retorcer sus palabras para dar significados nuevos es la especialidad de la demagogia, tan frecuente en nuestros tiempos.Dar ejemplo de respeto a la diferencia no consiste en promocionar desde los púlpitos mediáticos esa diferencia, que se ha vuelto ahora tan de moda, tan sin parangón que la gente inmadura, puede relativizar de tal manera el sexo que lo que sucede es un pansexualismo bisexual de dudosa curación.Según esta ideología , la libertad para construir el propio género , debe interpretarse como sinónimo de una autonomía absoluta. Y ésta en dos sentidos simultáneos : 1) cada uno interpreta como se le antoja , qué es ser varón y qué es ser mujer; interpretación que, además , el sujeto podrá variar cuantas veces lo estime conveniente; y 2) cada persona puede elegir hoy y ahora, si quiere ser varón o mujer con el contenido subjetivo que ella misma haya dado a esos términos , y cambiar la decisión cuantas veces le plazca.

No respetar la inocencia de los jóvenes y confundirlos con videos o películas que prometen educar en la diversidad sexual, es la nueva oleada de un totalitarismo asfixiante en este siglo XXI. Nos estamos jugando una sociedad que es capaz de sodomizar a la infancia con la pose de la igualdad de géneros y de identidad sexual. Una sociedad no más libre sino más bien confusa y dispuesta a experimentar con gaseosa. Esta ideología de género por ser falsa y antinatural, a la postre no convence, y sólo puede implantarse en forma totalitaria. En definitiva se trata de imponer una nueva antropología, que es el origen de una nueva cosmología, y que provoca un cambio total en las pautas morales de la sociedad.

Frente a tantas presiones ideológicas, la familia como institución navega en aguas peligrosas y es necesario arbitrar todos los medios para salvarla del naufragio, promoviendo proyectos que orienten a los padres para el ejercicio de las funciones que les corresponden.

Desde el Antiguo Testamento vemos cómo Dios ha encomendado a la familia el rol de formación e influencia sobre las generaciones en formación. En Deuteronomio 31, Dios cántico que el pueblo de Israel oiría por generaciones: Su palabra debía ser transmitida de generación en generación y de boca en boca. 

En Deuteronomio 5:9 afirma que Dios «conoce» la maldición que se influencia hasta la tercera y cuarta generación. Es que no existe otro lugar más poderoso para formar a un niño, tanto para bien como para mal, que el núcleo familiar. Esta posibilidad de influenciar a nuestras generaciones siguientes es el más maravilloso regalo que Dios nos ha dejado para utilizarlo en forma responsable y adecuada, pero lamentablemente hemos perdido la profundidad de esta realidad y se nos pasa por delante de nuestras narices la más potente y grandiosa responsabilidad que tenemos como adultos: la formación de nuestros hijos.

El principal blanco de estas ideologías es la familia monogámica y heterosexual. Insisten en la deconstrucción de la familia, diciendo que esclaviza a la mujer, e infiriendo que condiciona de manera negativa a los hijos para que acepten a la familia, el matrimonio y la maternidad como algo natural y bueno. Proclaman el final de la familia biológica. Para esta ideología, no solo debe desaparecer la familia biológica, sino que se debe reeducar a las generaciones siguientes bajo este nuevo concepto. Influir en la educación con “una estrategia importante para cambiar los principios sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad”. “La perspectiva de género debe integrarse a todo currículo educativo”, expresan las feministas de género, y en este sentido están trabajando fuertemente.

 Finalmente no olvidemos que Dios creó al ser humano por amor y con amor; y su diseño divino nunca ha tenido otro propósito que posibilitar al ser humano una vida en plenitud. Cualquier distanciamiento de ese plan divino produce dolor, vergüenza, culpa, rencor y soledad y por eso la motivación de la iglesia al trabajar una sexualidad sana en la sociedad no tiene exclusivamente que ver con moralidad o doctrina bíblica sino compasión. Sobre todo, compasión con las nuevas generaciones que van a ganarse mucho dolor si no luchamos por ellas.


Aquí el enlace para ver la ponencia completa de Agustin Laje “Poder Politico en Manos de la Ideología de Género”



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