Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Juan 13:33
Sabemos cómo termina esta historia: la redención queda a la vuelta de la esquina.
Resulta tentador pasar rápido por esta escena para saltar al final feliz. Pero, esta semana, nos quedamos aquí. Nos permitió introducirnos en el horror de esa noche, cuando Jesús estaba “conmovido”, cuando los discípulos miraban con desconcierto, cuando Judas abandonaba la sala para poner en marcha su traición. Nuestro héroe gana al final, pero su triunfo aparece del otro lado de esta noche terrible, cuando todo lo que construyó se deshace y la gente que amaba lo decepciona. Los seres humanos son capaces de cometer actos inefablemente espantosos. Jesús los vivió en carne propia. Esta semana, lo acompañamos y reflexionamos sobre los actos espantosos que hemos cometido y las maneras en que hemos decepcionado a otros. Pero todavía no veamos el lado bueno. Por ahora, asumamos nuestra parte de la oscuridad y abramos el corazón a la redención que todos necesitamos.
Señor Jesús, ayúdame a abrirte mi corazón esta Semana Santa.