Relaciones Sanadoras

Se da el caso de que lo que hemos sido, llevó a romper relaciones que deben ser sanadas. Tal vez percibamos la necesidad de perdonar, pero los otros involucrados no han llegado al mismo estado de conciencia que nosotros tenemos.

Debemos amarlos y bendecirlos aunque en apariencia ellos no nos hayan podido perdonar como nosotros a ellos. Seguiremos bendiciéndoles en silencio, tal vez murmurando para nosotros : «El Cristo que hay en mí contempla al Cristo que hay en ti», o bien, Bendito seas! «Amo al Cristo que se despliega en ti». Con estos pensamientos, restauraremos la paz y la libertad y allanaremos el camino para una sanción perfecta de la situación.

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