Jesús, Tú eres el Amor más visible y pleno que Dios Padre siembra en nuestro corazón para vivir tu espíritu cada día.

Jesús, Tú nos has dicho: «Si alguno quiere venir en pos de mí…», pero, yo no he abandonado nunca nada; siempre he querido todo para mí. Cuando me refiero a la familia, digo: Esta es mi familia. Cuando compro cosas, digo: Esto es mío. Cuando realizo algo interesante, firmo con mi nombre. Cuando perdono, en el fondo exijo que me digan «gracias».
Cuando acudo a la Eucaristía, siempre te digo lo que yo hago. ¡Qué lejos estoy de tu espíritu de servicio y entrega! Jesús, lléname de tu espíritu. Amén.

La Cuaresma avanza. El Bautismo y la renovación de las promesas bautismales están más próximos. Es un buen momento para hacer balance del trabajo cuaresmal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.